Durante la emergencia sanitaria de la pandemia por la infección del Coronavirus (SARS-CoV-2) hemos iniciado una investigación acerca de la forma que ataca este virus y podemos decir que es una guerra biológica (ataque viral) que se la debe combatir con armamento biológico y para aquello es necesario diseñar la manera de disuadir al agente invasor y evitar el daño mayor que es la muerte o la sobrevivencia con lesiones pulmonares que disminuyen la calidad de vida.
Los virus no son células vivientes, sino partículas de ácidos nucleicos, en el caso específico del Coronavirus, es de Ácido Ribonucleico (ARN).
Por tratarse de partículas nucleicas, necesitan invadir y penetrar en células humanas para multiplicarse o replicarse utilizando los genes humanos como herramientas básicas ya que por sí solos no pueden vivir.
La infección del SARS-CoV-2 se hace por vía inhalatoria y de contacto en cavidades como ojos, nariz y boca, se “parquea” a nivel de la garganta valiéndose de prolongaciones en forma de espigas estructuradas a base de lipoproteínas (lipo= grasa o lípido), siempre busca los receptores de los linfocitos que son las células inmunológicas que defienden a los seres vivos.
El tiempo que dura desde la infección hasta la aparición de síntomas como muchos ya lo saben es de 1 a 14 días y se llama prodrómico.
El ataque o período de virulencia inicia con dolor y /o molestia de garganta, fiebre muy alta y distrés respiratorio.
Para este instante los linfocitos infectados comienzan a producir unas proteínas encargadas de organizar el contrataque llamadas citoquinas (interleucinas, monocinas, factores de crecimiento, quimiocinas y factores de adhesión intercelular) diseñados para funcionar en forma organizada, pero el ataque viral es tan violento que estimula la producción masiva y desordenada hasta volverse tóxica para el huésped (paciente). Esto es lo que en inmunología se llama síndrome de la cascada o tormenta de citoquinas la que en el caso del SARS-CoV-2 se dirige hacia los pulmones donde mata a las células epiteliales (las quema) de los alveolos y las reemplaza como en toda quemadura con tejido fibroso (fibrosis) o cicatrizal que en lugar de permitir el intercambio sanguíneo pulmonar de CO2 (anhídrido carbónico) y O2 (oxigeno) lo bloquea lo cual produce el distrés respiratorio que se manifiesta en el paciente por la falta de aire o asfixia, dolor muscular al respirar y una astenia o cansancio exagerado que es la causa de la emergencia y a veces la muerte.
La cascada o tormenta de citoquinas también son la causa de la fiebre sin control.
RECOMENDACIONES TERAPAUTICAS AL MEDICO PARA TRATAR A UN PACIENTE CON TORMENTA DE CITOQUINAS
MODO DE SUMINISTRO DEL CORTICOIDE
La primera dosis de corticoide se toma junto con el antialérgico y las dosis sucesivas antes del desayuno en dosis descendentes de la siguiente manera:
Las dosis subsecuentes se las debe tomar disminuyendo 1/4 de tableta cada día hasta terminar 8 en total antes del desayuno.
Las dosis subsiguientes se la deben tomar disminuyendo 1 tableta por cada día hasta terminar 30 tabletas en 15 días.
IMPORTANTE:
1.- Esta información es parte de un estudio de investigaciòn de CITEIC que aùn se està llevando a cabo para inactivar a tiempo el efecto toxico del Coronavirus (SARS-COv-2) ,va dirigido a los colegas médicos con la finalidad de ayudar a sus pacientes ante la emergencia sanitaria.
2.-No suministrar medicamentos de dudosa procedencia.
3.-Evitar que los pacientes se auto mediquen, deben estar bajo supervisión médica.
Para sugerencias y citas